Ovejas, niebla, lluvia, atardeceres y una pareja despampanante. El cóctel perfecto para una sesión perfecta.
Tengo muchas cosillas por contar (sí, de mi escapada a Gran Canaria) y eso que sólo ha sido una semana. Ha sido una semana de llevar la cámara al hombro día sí día también, y es que allí me reuní con unos excelentes fotógrafos con quienes hemos compartido sesiones, ratitos de coche, risas, cenas y más.
Tuvimos el placer de contar con esta fabulosa pareja que posó para nosotros. Y ¡ay! qué gozada. Tanto el hecho de hacerles fotos a estos tortolitos como a su vez explorar los preciosos rincones de la isla. Barcelona es una ciudad que me tiene encandilada y me alegra trabajar como fotógrafa aquí, pero no puedo negar que me enamoré también de la vegetación, los acantilados y los paisajes de por allí. Y la niebla, que no falte.
Pasamos de unas fotos en el campo entre lluvia, ovejas y barro, con los pies completamente mojados, a unas bonitas fotos de playa en un atardecer soleado. Todo en cuestión de horas. Ese día los fotógrafos disfrutamos como niños, y ellos dos… ¡pues que os voy a contar! Basta con que echéis un vistazo a las imágenes para captar todas las emociones que transmiten. Saltan chispas, no me diréis que no :).
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