Fotógrafa newborn en Barcelona
Reportaje completo de la sesión de J., con tan sólo 10 días de vida
Como fotógrafa newborn, hay algo que he constatado que sucede cada vez, sin falta, entre mis clientes. Y es que, cuando por fin ven las fotos de su bebé al cabo de los días, su reacción siempre es la misma: ¡Cómo ha cambiado! Normalmente pasan alrededor de dos semanas desde que realizamos la sesión hasta que los papás ven las fotos finales, y ya en ese poco tiempo los bebés pegan un cambio brutal.
Ahí ya se hace más que evidente el sentido de este tipo de fotografía, que es preservar para el recuerdo los días en los que vuestro bebé era lo más pequeño que será nunca. Y si el cambio es evidente en tan sólo dos semanas… imaginad al cabo de los meses y los años.
Todos hemos rebuscado alguna vez entre las fotos de nuestros padres para ver cómo éramos nosotros de recién nacidos. Y todos hemos encontrado alguna foto medio mala, esclarecida y con el papel curvado del paso de los años, pero ahí está la constancia. Y nos encanta verlo, y a nuestras madres les encanta rememorarlo. ¿Podéis imaginaros esa sensación cuando vuestros niños sean no tan niños y cojan en sus manos el álbum con sus propias fotos?
Si algo tengo claro es que lo que ofrezco en mi profesión es algo que con el tiempo gana mucho valor, el valor de un bonito recuerdo. ¡Y me encanta pensarlo así!
Os dejo con la preciosa J., que se portó divinamente en su sesión.
Deja una respuesta