Sesión de fotografía newborn a un bebé de morritos gruesos, Barcelona
Dicen que aproximadamente una vez cada dos mil años te viene un bebé al estudio que, además de tener una carita increíblemente mona, duerme del tirón y se deja hacer todo tipo de fotos.
Creo que tendré que esperar un poco a que este suceso se vuelva a repetir, pero por ahora me quedo con la preciosa reportaje fotográfico que hicimos a A., un bebé de tan solo 8 días, en mi estudio de Sant Cugat del Vallès, Barcelona.
¿Alguna vez te has preguntado cómo se consigue que los bebés se queden en estas poses? Realizar una sesión fotográfica a un bebé recién nacido de tan pocos días no es fácil, hay que tener una paciencia infinita, cuidar mucho los detalles y dedicarse con mucho tacto a lo que se está haciendo. Es por eso que este tipo de sesiones duran una mañana entera, para poder conseguir unas fotos así de bonitas respetando los ritmos de los peques.
Una sola pose puede tomar tranquilamente veinte minutos de minucioso trabajo desde que colocas al bebé en el escenario hasta que consigues sacar la primera foto. E incluso a veces, después de conseguir tener al bebé perfectamente posicionado, un pipí o una caca antes del disparo puede echar a perder todo lo trabajado. ¡Ay! Cuantos fotógrafos sabrán de qué estoy hablando. Eso sólo significa una cosa: ¡vuelta a empezar!
Poquito a poquito con calma y con cariño conseguimos sacar estar preciosas fotos al bebé que veis a continuación. ¿Me diréis que no vale la pena tener un recuerdo como este de los primeros días de un bebé? 🙂
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