Una divertida sesión de embarazo con una pareja de lo más desenfadada en plena Diagonal barcelonesa
No os miento si os digo que esta sesión de embarazo me obligó a salirme del todo de mi zona de confort. Vanessa y yo habíamos estado planeando la sesión con el tiempo que se nos echaba encima porque, como os podréis comprobar, iba a salir de cuentas en nada y teníamos miedo de no llegar a tiempo. La idea era buscar un paraje natural, de montaña o playa, para realizar un reportaje de exterior. Pero el día antes anunciaban lluvias y tuvimos que improvisar. Así que finalmente nos decantamos por una sesión de interior.
Vanessa y Extebe llegaron con muchas ganas, y con un garbo y un desenfado increíbles. Ya intuí que nos lo íbamos a pasar bien nada más verlos. Buscaban que sus fotos fueran tiernas a la par que divertidas, poder jugar y romper un poco con las normas. Y creo que lo conseguimos. Sin tan siquiera darnos cuenta, la mañana se nos pasó volando, y yo me sentía como una espectadora con el privilegio de ser testigo del cariño que se transmitían el uno al otro. Podría haber seguido sacando fotos durante horas, y algo que me dice que ellos podrían haber seguido con la pelea de almohadas durante horas también (¡veréis las fotos abajo!). Mirando luego en el ordenador las fotos que había sacado, me reía todavía más. Espero que la alegría que irradian os llegue a vosotros igual que me llega a mí.
Que sepáis que como fotógrafa, de cada sesión yo también me llevo un recuerdo muy especial. Y en este caso no iba a ser menos :).
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